Lo primero que hay que hacer, es la nixtamalización o bien, el cocimiento del maiz; a diario, utilizan más de 200 kilos.
Juan Pablo Ramírez
Los tamales forman parte de la gastronomía mexicana, su principal ingrediente, es el maíz, un regalo del Dios Quetzalcóatl a los nahuatlacas de Coxcatlán, Puebla.
Los hay de dulce y también de sal, pero prepararlos lleva todo un proceso en equipo, manos trabajadores que se unen para elaborar este exquisito manjar, herencia de nuestros ancestros.
Desde temprana hora, la familia Centeno en compañía de sus trabajadores, se organizan y reparten tareas.
Lo primero que hay que hacer, es la nixtamalización o bien, el cocimiento del maiz; a diario, utilizan más de 200 kilos.
Posteriormente se lava, escucurre y una vez bien seco, el grano es molido, para dar origen a un fino polvillo, que se mezcla con sal o azúcar, según sea el caso, manteca, colorantes e ingredientes secretos, para dar origen a la receta familiar, que desde hace 56 años se conserva.
El totomoxtle u hoja de tamal, deberá estar lavado, bien limpio y seco, para poder rellenarno.
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